terapia adultos
Terapia Adultos
La terapia psicológica que se brinda esta enfocada a la atención de problemas conductuales y emocionales, adecuados a la edad y circunstancia de vida:
Esta enfocada al acompañamiento terapéutico para quienes buscan la resolución de las situaciones difíciles que le aquejan, así como la comprensión y gestión de sus estados emocionales, en un ambiente de aceptación, confidencialidad y apertura.
Está enfocada al desarrollo de habilidades emocionales, intelectuales y comportamentales que ayuden a la persona a adaptarse a las exigencias de la vida adulta en sus diversos contextos: personal, familiar, sexual, social, económico y, laboral, etc.
Permitiendo entre otras cosas, aprender a resolver conflictos de forma proactiva, manejar de forma adecuada las interacciones sociales y, la satisfacción de las necesidades personales, en armonía con la vida diaria.
Para lograr eficiencia, el trabajo de la sesión se complementa con tareas para casa, orientadas a obtener más información sobre el problema y, a poner en practicar las técnicas que se han enseñado en la consulta. Se requiere que el paciente participe de forma activa.
El objetivo de la terapia se enfoca en:
- El objetivo de esta terapia es, conseguir que la persona se concientice sobre sí mismo, sus alcances, responsabilidades, capacidades y habilidades, que le permitan controlar y decidir sobre su propia vida, de forma funcional, adaptativa, con la mayor calidad de vida posible, creando seguridad e independencia para enfrentarse a los requerimientos de la vida y sus complicaciones.
- Entre los indicadores de que se pueda requerir valoración y tratamiento psicológico se encuentran: si la persona se perciben a sí misma rebasada en sobre manera por las exigencias de la vida (en cualquier área), si no sé sabe cómo adaptarse a dichas demandas, si se vive con miedo, inseguridades, falta de paz, constantes cambios de humor, profundo malestar e insatisfacción en la vida diaria, uso constante y desmedido de medicamentos y drogas, enfermedades constantes, relaciones personales insatisfactorias o que funcionan inadecuadamente, inseguridad, miedos, fobias, traumas, sensación de no disfrutar la vida cotidiana, estrés crónico, estrés post traumático, ansiedad, depresión, sentimientos frecuentes de inutilidad, desamparo, impotencia, falta de valía, entre otros.